Nadie quiere hacer el oso enfrente de un potencial inversionista. Y estamos seguros de que tampoco quieres prometer algo que no puedes cumplir, o comprometerte a algo que después te puede costar tiempo, dinero y salud mental.

Por eso hemos recopilado los errores más comunes que hemos visto al momento de levantar capital para un negocio inmobiliario. Sigue leyendo para descubrir cuáles son, cómo te pueden afectar y cómo los puedes evitar.


#1: ASUMIR QUE “TODO ESTÁ EN ORDEN”

Sabemos lo que se siente al momento de encontrar la oportunidad de oro escondida en el mercado inmobiliario; el famoso océano azul. Y sabemos que es muy fácil dejarse llevar por esta emoción y olvidarnos de confirmar elementos muy importantes para el éxito del negocio.

Hemos escuchado (y vivido) historias de terror en las que, por ejemplo, se acuerda el precio de un terreno con un propietario sin haber hecho el Due Diligence, solo para descubrir más adelante que los usos de suelo, la densidad e incluso la calidad del suelo no son las que se habían pensado. Y ahora es demasiado tarde para hacer algo al respecto.

Cómo evitarlo: asegúrate de validar los aspectos más importantes de tu negocio antes de comenzar a levantar capital. Algunos puntos clave son:

  • Propiedad: confirma que estés tratando con el o los verdaderos dueños.
  • Normatividad: confirma densidades, usos de suelo, alturas máximas, etc.
  • Factibilidades: evita sorpresas, confirma si se requiere una inversión importante para brindar servicios básicos al terreno, tales como agua, luz o gas.
  • Financiero: haz un Modelo de Negocio y verifica que los números sean interesantes para ti y el resto de los involucrados.
  • Comercial: valida los productos, precios y formas de pago

En pocas palabras, haz con mucho cuidado el Due Diligence del terreno y del negocio. Si no sabes por dónde empezar, te recomendamos leer nuestro artículo: Cómo hacer un Due Diligence inmobiliario.


#2: NO DEJAR CLAROS LOS ROLES DE CADA INVOLUCRADO

Existen inversionistas que buscan estar muy involucrados en la operación, y quieren ser parte de la toma de decisiones; mientras que otros prefieren dejar la operación en manos de expertos y simplemente recibir sus rendimientos en el momento acordado.

Al determinar el rol del inversionista en el negocio, es importante tomar en cuenta la experiencia que tienen en proyectos similares, el nivel de confianza que le tienen al equipo operador, así como el control sobre las finanzas y las cuentas bancarias.

Hemos visto estructuras de proyecto en las que se le asigna mucha fuerza al inversionista, tanto en la toma de decisiones como en el control de la chequera, pero con rendimientos asegurados sin importar los resultados del negocio. Si a esto le sumamos un inversionista con poca experiencia en el sector, las consecuencias pueden ser fatales.

Cómo evitarlo: desde antes de levantar capital, decide qué tipo de inversionista deseas invitar y cuánta responsabilidad y poder deseas asignarle. Al momento de la negociación, asegúrate de que los intereses de ambas partes estén alineados y que todos vean por el bien del proyecto.


#3: CONFIARSE CON LA ESTRATEGIA LEGAL/FISCAL

Algunos piensan que este es uno de los temas que “se resuelve más adelante”. Sin embargo, el mejor momento para definir, aunque sea de manera conceptual, la estructura legal y fiscal del proyecto es antes de que entre un solo peso a la cuenta.

Nos ha tocado ver proyectos en los que no se definió a tiempo esta estructura, y comienza a entrar y salir dinero sin saber quién se va a responsabilizar por el pago de los impuestos correspondientes. Algunos terminan pagando de más mientras que otros “se hacen patos”.

Una estructura rígida es igual de peligrosa; si no se diseña para tener flexibilidad en caso de que el producto cambie (como es el caso de muchos proyectos en pandemia), la estructura legal y fiscal se convierte más en un estorbo que en una herramienta de protección.

Cómo evitarlo: no dejes la planeación legal y fiscal para el último momento. Asesórate con profesionales especializados en estructuración para Real Estate; evalúa cómo te sentirías más cómodo al manejar las entradas y salidas de dinero de tu negocio, y confirma que todos los involucrados estén alineados hacia la misma estrategia.


#4: DEJARTE LLEVAR POR LAS PRISAS

Uno de los errores más comunes es asumir desde un inicio que tenemos mucha prisa por levantar capital para nuestro proyecto. Tanta prisa, que caemos en el “luego lo resuelvo”. Pero ese “luego” puede ser demasiado tarde.

Si levantamos capital antes de tiempo nos exponemos a tomar decisiones apresuradas que pueden ser fatales para el negocio. Una de ellas es comprometerte con tus inversionistas a darles ciertos rendimientos o resultados sin tener aún el control del proyecto.

Cómo evitarlo: asegúrate de que cuando salgas a levantar capital tengas palomeados, al menos, los puntos clave que mencionamos en este artículo. No te dejes llevar por las prisas; es mejor esperar un mes más y validar con cuidado todos los supuestos de tu negocio, que arrancarse y cometer un error del cual no habrá vuelta atrás.


Como puedes ver, el levantamiento de capital es uno de los procesos más importantes en la Originación de cualquier negocio inmobiliario. En Prosperia sabemos que no debe tomarse a la ligera, y por eso lo incluimos dentro de nuestro servicio de Originación de Negocios Inmobiliarios, en el que acompañamos a propietarios y desarrolladores durante toda la creación, estructuración y comercialización del proyecto, desde la definición del producto hasta la venta o renta del último metro cuadrado.
Nuestra misión es crear negocios inmobiliarios responsables con tu chequera y con la ciudad. Nuestra motivación es lograr lo que otros dicen que es “imposible”. Si tienes un terreno o un proyecto y estás interesado en nuestro servicio de Originación de Negocios Inmobiliarios, contáctanos. Nos encantará trabajar juntos para maximizar el valor de tu patrimonio.

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